Relaciones entre España y Napoles durante la Primera Guerra Carlista
La Primera Guerra Carlista no es sólo un episodio de lucha interna española, sino que tuvo una importante vertiente internacional que permanece casi desconocida. Desde 1830 Europa era escenario de una recomposición de las alianzas políticas, en que cualquier conflicto era utilizado para tal fin.
Las relaciones entre España y el Reino de Nápoles, en los años 30 del siglo XIX, sufrieron grandes oscilaciones como consecuencia de los cambios políticos y dinásticos que se produjeron en ambos reinos. Las discusiones iniciales se establecieron en términos de derecho familiar y no de ideología, ya que en 1833 no existía todavía una divergencia entre los presupuestos políticos de los bandos enfrentados. Posteriormente la barrera se tiñó de connotaciones ideológicas. La política exterior carlista fue torpe y carente de los recursos económicos y humanos necesarios. El bando liberal abandonó rápidamente un frente que resultaba muy secundario en sus planteamientos. Los sucesos de 1836 marcan una inflexión en la política napolitana, dominada por el miedo a una posible extensión revolucionaria como la sucedida en la década anterior. A pesar de ello Fernando II se mantuvo en la misma situación: carencia de apoyos políticos y económicos, y grandes iniciativas verbales. En Nápoles surgieron los principales intentos de lograr la finalización de la guerra mediante un pacto.
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Relaciones entre España y Napoles durante la Primera Guerra Carlista (actashistoria.com)
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